Aguarde señor.
¿Cuál es el camino a casa?
Apagaron la luz
y la oscuridad se mueve en el rincón.
No hay carteles indicadores en esta habitación,
cuatro damas, de más de ochenta años,
en pañales todas ellas.
La la la, oh la música vuelve a mí
y puedo sentir la melodía que tocaban
la noche en que me dejaron
en esta clínica privada sobre la colina
Imagina. Una radio encendida
y todos aquí estaban locos.
Me gustó y bailé trazando círculos.
La música entra a raudals en la razón
y de un modo extraño
la música ve más que yo.
Quiero decir que recuerda mejor;
recuerda la primera noche aquí.
Fue el frío estrangulado de noviembre;
incluso las estrellas estaban atadas en el cielo
y esa luna tan brillante
hurgaba entre los barrotes para pincharme
en la cabeza con una melodía.
He olvidado el resto.
A las ocho de la mañana me atan a esta silla
y no hay señales que indiquen el camino,
sólo la radio encendida para ella misma
y la canción que recuerda
más que yo. Oh la la la,
esta música vuelve a mí.
La noche en que vine bailé trazando círculos
y no tuve miedo.
¿Señor?
Anne Sexton
..Aquí comienza el campo inexplorado
Redondo a causa de los ojos que lo miran
Y profundo a causa de tu propio corazón
.........Lleno de zafiros probables
..........De manos de sonámbulos
..............De entierros aéreos
.........................................Parafraseando a Huidobro
Redondo a causa de los ojos que lo miran
Y profundo a causa de tu propio corazón
.........Lleno de zafiros probables
..........De manos de sonámbulos
..............De entierros aéreos
.........................................Parafraseando a Huidobro
Esto no es vida... ni es muerte

Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo
jueves, 20 de octubre de 2011
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