..Aquí comienza el campo inexplorado
Redondo a causa de los ojos que lo miran
Y profundo a causa de
tu
propio corazón
.........Lleno de zafiros probables
..........De manos de sonámbulos
..............
De entierros aéreos

.........................................Parafraseando a Huidobro

Esto no es vida... ni es muerte

Esto no es vida... ni es muerte
Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo

viernes, 30 de mayo de 2008

Flor y cronopio



Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: «Es como una flor».

Cortázar

Tortugas y cronopios



Ahora pasa que las tortugas son grandes admiradoras de la velocidad, como es natural. Las esperanzas lo saben, y no se preocupan. Los famas lo saben, y se burlan. Los cronopios lo saben, y cada vez que encuentran una tortuga, sacan la caja de tizas de colores y sobre la redonda pizarra de la tortuga dibujan una golondrina.

Cortázar

Había una vez una letra...


En el fascinante mundo de las fantasías y los sueños, vive la letra encantada... que se torna sonrisa cuando anda de buen humor y solo palabras sin sentido ni sentir cuando se enoja.
En ocasiones nos sorprende con bellas historias y dulces sonidos que acarician nuestras ilusiones; y en otras, nos mantiene atentos a esa escurridiza manera de “decir y no decir” el próximo paso de la historia...
Ella coquetea con nuestras emociones, y nos invita a entrar en sus terrenos. Y uno... se deja llevar como si nada.. como si el tiempo, la distancia y las preocupaciones se hubiesen esfumado en el momento....
Sin más equipaje que nuestros propios sentidos, nos aventuramos a esta atractiva y prometedora cita... y nos hacemos, en la palabra, sueño y fantasía...

lunes, 26 de mayo de 2008

La Función del Arte 2

El pastor Miguel Brun me contó que hace algunos años estuvo con los indios del Chaco paraguayo. Él formaba parte de una misión evangelizadora. Los misioneros visitaron a un cacique que tenía prestigio de muy sabio. El cacique, un gordo quieto y callado, escuchó sin pestañear la propaganda religiosa que le leyeron en lengua de los indios. Cuando la lectura terminó, los misioneros se quedaron esperando.
El cacique se tomó su tiempo. Después, opinó:
Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca muy bien.
Y sentenció:
Pero rasca donde no pica.

Eduardo Galeano

domingo, 25 de mayo de 2008

Ventana sobre la utopía

Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.

Eduardo Galeano

miércoles, 21 de mayo de 2008

búsqueda infinita


"Me falta algo, no sé qué es... lo busco y no lo encuentro... seguramente no lo hallaré jamás"

"Soy lo que hago, para descubrir lo que soy"


Violeta Parra

viva vida...

Todo merece ser contado y cantado y soñado…
todo merece ser visto y sentido y vivido…
todo merece haber estado y sido…
Todo cuanto nos hace sabernos y estarnos
y completarnos…

Un paso más…
Solo un paso más…
hasta encontrarnos

martes, 20 de mayo de 2008

Un íntimo naufragio verde...

...
Dadme la llave de los sueños cerrados
Dadme la llave del naufragio
Dadme una certeza de raíces en horizonte quieto
Un descubrimiento que no huya a cada paso
O dadme un bello naufragio verde
Un milagro que ilumine el fondo de nuestros mares íntimos
Como el barco que se hunde sin apagar sus luces
Liberado de este trágico silencio entonces
En mi propia tempestad
Desafiaré al vacío...

(Extracto de Altazor, Huidobro)

lunes, 19 de mayo de 2008

Dados Eternos

Dios mío, estoy llorando el sér que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!
Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!
Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.
Dios mío, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.
Cesar Vallejo

sábado, 17 de mayo de 2008

Ventana sobre el cuerpo

La iglesia dice: El cuerpo es una culpa.
La ciencia dice: El cuerpo es una máquina.
La publicidad dice: El cuerpo es un negocio.
El cuerpo dice: Yo soy una fiesta.



Galeano

Función del arte

Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
—¡Ayúdame a mirar!

Galeano

Función del arte 2

El pastor Miguel Brun me contó que hace algunos años estuvo con los indios del Chaco paraguayo. Él formaba parte de una misión evangelizadora. Los misioneros visitaron a un cacique que tenía prestigio de muy sabio. El cacique, un gordo quieto y callado, escuchó sin pestañear la propaganda religiosa que le leyeron en lengua de los indios. Cuando la lectura terminó, los misioneros se quedaron esperando.El cacique se tomó su tiempo. Después, opinó:
—Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca muy bien.
Y sentenció:
—Pero rasca donde no pica.

Galeano

Los Colores

En algún lugar del tiempo, más allá del tiempo, el mundo era gris. Gracias a los indios ishir, que robaron los colores a los dioses, ahora el mundo resplandece; y los colores del mundo arden en los ojos que los miran. Ticio Escobar acompañó a un equipo de la televisión española, que vino al Chaco para filmar escenas de la vida cotidiana de los ishir. Una niña indígena perseguía al director del equipo, silenciosa sombra pegada a su cuerpo, y lo miraba fijo a la cara, de muy cerca, como queriendo meterse en sus raros ojos azules.
El director recurrió a los buenos oficios de Ticio, que conocía a la niña, y la muy curiosa le contestó:
–Yo quiero saber de qué color mira usted las cosas.
Del mismo que tú –sonrió el director.
–¿Y cómo sabe usted de qué color veo yo las cosas?

Galeano

El mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Eduardo Galeano

jueves, 15 de mayo de 2008

Me dejo caer en el recuerdo


..............Cuando no hay prisa,

......................me dejo caer en el recuerdo…

descuidadamente

como quien cae en el olvido…

Distraigo al tiempo y las distancias…

......Sólo para acercar la vida…

.........................Sólo para burlar al ciego recorrer

...................................de quien no mira

........................................de quien no ve




miércoles, 14 de mayo de 2008

Otro cielo

No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre faltaría el pájaro en silencio

no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una paloma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras al fin como es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón

no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobaras que no es tan dificil
siempre te faltaría el pino del crepusculo

eso es por que se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegue al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino.

Mario Benedetti

Ausencia de Dios

Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora que miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que Dios se muere, se resbala,
que Dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

Mario Benedetti

martes, 13 de mayo de 2008

A-cerca de la Violeta y su partida

En busca de la violeta , he tropezado conmigo... con emociones diversas y convicciones que me han dado unas cuantas bofetadas de intensidad... le he robado “la forma” y me contagié de sus "maneras"… De décimas construí sentires… (o viceversa?)

Tanto dolor no se aguanta
Imposible es contener

Tan difícil de entender
Nuestra esperanza se espanta
La angustia en su trono canta
La rabia en su tono entona
Nuestra cabeza cuestiona
Nuestro corazón sin calma
Nos viene a robar el alma
Su decisión que impresiona



Cuántas dudas aparecen
al enfrentar su partida
nos pone en frente la vida
y sus razones remecen
nuestros sentimientos crecen
cruzándose unos con otros
seremos parte nosotros,
cómplices de su destino?
Preparando ese camino
Yo, tu, ellos y vosotros?

Se te metió el invierno
En el fondo de tu alma
Extendida está tu palma
Y tu recorrer eterno
Desgarro, vives, infierno
Por no vender consecuencia
Por no tranzar tu insistencia
Ni traicionar tus motivos
De aquello q´no´hace vivos
en tu radical, presencia

Era y es fácil tranzar
Y hacer(nos) la vista gorda
Poner los chancho’en engorda
Y a buena sombra arrimar
Al que es de turno, alabar
Y mirar por encimita
Fingiendo una sonrisita
Con los dientes apretao’
Cagando al pobre de al lao
Y con el diablo hacer cita

Pero siempre le negaste
Entrada al interesao’
Chamullos o negociao’
Corriendo los alejaste
Válgame, cuanto desgaste
La vida le dio a vivirse
Por eso de no rendirse
De ser fiel consigo misma
Leal a su esencia que abisma
No le quedó otra que irse

Nos llena de interrogantes
Eso es lo bueno, creemos
En su decisión nos vemos
En su enojo de hoy y de antes
La vida en unos instantes
Se vuelve frágil, nos dice
Del dolor no se desdice
Lo lleva al filo en acciones
Sin darnos explicaciones
Que nada nos esclavice

Al borde de los cincuenta
Dando cara al viento fuerte
Hizo cita con la muerte
para evitar darse en venta
Hondo dolor, cayó en cuenta
Basta de tanta barbarie
Desgarro que nos irradie
Basta de tanta lesera
Dentro de esta pelotera
Que cierto, no entiende nadie

Con desnuda honestida'
Enfrentando indiferencia
Pa cantar la diferencia
Callada voz, cantó verda’
Desbordando intensida’
Con convicción siempre cierta
Poniendo frente a su puerta
Cruzá la cama delante
En un segundo, un instante
Dijo me voy, no hubo vuelta

*************************

“Yo me quedo con la gente
y las incorporo a mi alma,
soy huasa inquieta y sin calma
-señala- sencillamente”.
“Mi sentir profundamente
-dicta- va pa onde yo voy”.
-sentenciando, así- “onde estoy,
seguro que causo estrago”
Nos dice: "soy lo que hago
para descubrir lo que soy”

domingo, 11 de mayo de 2008

"Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan. ¿Qué más quiere, qué más quiere? Atelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa." (Instrucciones para dar cuerda al reloj. Cortazar)

jueves, 8 de mayo de 2008

Recuerdos

"Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: «Excursión a Quilmes», o: «Frank Sinatra». Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalones.» Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay una gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio." ( Conservación de los recuerdos. Cortazar)

"...Recordar: volver a pasar por el corazón"... (Galeano)