El pastor Miguel Brun me contó que hace algunos años estuvo con los indios del Chaco paraguayo. Él formaba parte de una misión evangelizadora. Los misioneros visitaron a un cacique que tenía prestigio de muy sabio. El cacique, un gordo quieto y callado, escuchó sin pestañear la propaganda religiosa que le leyeron en lengua de los indios. Cuando la lectura terminó, los misioneros se quedaron esperando.El cacique se tomó su tiempo. Después, opinó:
—Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca muy bien.
Y sentenció:
—Pero rasca donde no pica.
Galeano
..Aquí comienza el campo inexplorado
Redondo a causa de los ojos que lo miran
Y profundo a causa de tu propio corazón
.........Lleno de zafiros probables
..........De manos de sonámbulos
..............De entierros aéreos
.........................................Parafraseando a Huidobro
Redondo a causa de los ojos que lo miran
Y profundo a causa de tu propio corazón
.........Lleno de zafiros probables
..........De manos de sonámbulos
..............De entierros aéreos
.........................................Parafraseando a Huidobro
Esto no es vida... ni es muerte

Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo
sábado, 17 de mayo de 2008
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