..Aquí comienza el campo inexplorado
Redondo a causa de los ojos que lo miran
Y profundo a causa de
tu
propio corazón
.........Lleno de zafiros probables
..........De manos de sonámbulos
..............
De entierros aéreos

.........................................Parafraseando a Huidobro

Esto no es vida... ni es muerte

Esto no es vida... ni es muerte
Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo

sábado, 17 de mayo de 2008

Función del arte

Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
—¡Ayúdame a mirar!

Galeano

3 comentarios:

Gonzalo Cárdenas Loguercio dijo...

Eterno compañero de días y noches. Dormir escuchandolo ronronear da una especie de tranquilidad ritmica, al mismo tiempo que al explotar en furia es capaz de cambiar esa sensación por miedo. Esas aguas que tiene su personalidad propia son parte de mi diario vivir, y son necesarias en mi diario existir.
Saludos y no hay intromición poco grata en este mundo vitual.

Daniela dijo...

Gonza, amaranta........

hoy pensaba justo en cómo hacer de pocas palabras una idea inmensa....pensaba ¡¿cómo lo hace Benedetti, con sus letras de pueblo, sensillas, cotidianas...y tan tan tan ...que te duelen la guata!!!?
y aparece esta (hermanada uruguaya) frase infinita

"Ayudame a mirar"

graciasssss, me duermo con esto, con todas las ganas abiertas para encontrar ojos nuevos, miradas de otros, que sepan y que ayuden a ver esa vida con esa inagotable inmensidad...

Francisco Méndez S. dijo...

Algo tan grande como el mar, no se mira por primera vez sin ayuda.

Saludos