..Aquí comienza el campo inexplorado
Redondo a causa de los ojos que lo miran
Y profundo a causa de
tu
propio corazón
.........Lleno de zafiros probables
..........De manos de sonámbulos
..............
De entierros aéreos

.........................................Parafraseando a Huidobro

Esto no es vida... ni es muerte

Esto no es vida... ni es muerte
Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo

martes, 16 de septiembre de 2014

El diagnóstico y la terapéutica

El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos cualquiera nos reconoce.

Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche, por los abrazos o por la ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.

El amor se puede provocar dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir.

No lo impide ni el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia, tampoco el diente de ajo sirve para nada.

El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las brujas.

No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados infalibles brebajes con garantía y todo.

(E. G,)

No hay comentarios: